Seis personas fueron arrestadas en Ecuador el jueves por la noche en relación con el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio un día antes.
Villavicencio, un conocido cruzado anticorrupción que ocupaba el quinto lugar en las encuestas, fue asesinado a tiros cuando salía de un acto de campaña en la capital, Quito. El pistolero murió en un tiroteo con la policía.
El ministro del Interior, Juan Zapata, calificó el asesinato como un “delito político de carácter terrorista” destinado a sabotear las elecciones presidenciales del 20 de agosto.
Había agregado que “los detenidos pertenecen a bandas del crimen organizado”.
“La Policía Nacional ya tiene las primeras detenciones de los presuntos autores materiales de este abominable hecho y empleará toda su capacidad operativa e investigativa para esclarecer el móvil de este crimen y sus autores intelectuales”, dijo Zapata.
“Todos ellos, incluidos los fallecidos, son colombianos”, dijo la policía a la agencia de noticias AFP.
Durante los arrestos y allanamientos, la policía encontró armas que incluían un rifle, una metralleta, cuatro pistolas, tres granadas, dos cargadores de rifle y cuatro cajas de municiones. También encontraron un vehículo robado.
Estado de emergencia declarado
El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, declaró un estado de emergencia de dos meses después del incidente.
También declaró tres días de luto.
El FBI de Estados Unidos confirmó que Lasso le había pedido ayuda con la investigación.
El gobierno ecuatoriano dijo que aunque el asesinato fue un intento de sabotear la elección, la votación seguirá adelante.
“La ciudadanía tiene la garantía de que las Fuerzas Armadas brindarán la seguridad necesaria para la realización del voto, el voto de los ecuatorianos será la mejor respuesta a las mafias y sus aliados”, dijo a periodistas el ministro de Defensa, Luis Lara.
zc/lo (AFP, Reuters)