Decenas de miles de personas marcharon por Barcelona el domingo para protestar contra los planes de conceder a los separatistas catalanes una amnistía a cambio de su apoyo político a un nuevo gobierno de izquierda.
Muchos de los manifestantes ondeaban banderas españolas y catalanas o carteles que decían “¡No a la amnistía!” mientras inundaban el centro de la ciudad.
La policía dijo que la multitud era de 50.000 personas, mientras que los organizadores, la Societat Civil Catalana (SCC), un grupo de la sociedad civil que se opone a la ruptura de la región con España, cifraron la cifra en 300.000.
El presidente en funciones del bloque socialista, Pedro Sánchez, está tratando de conseguir un nuevo mandato y debe llegar a un acuerdo con los partidos Junts y Esquerra Republicana de Catalunya para obtener suficiente apoyo parlamentario.
Líderes separatistas encarcelados y activistas serían liberados
El acuerdo de amnistía haría que se retiraran los cargos contra más de mil separatistas catalanes que enfrentan acciones legales por el intento de independencia de 2017. Muchos de los implicados ya están en prisión.
La propuesta ha provocado una furiosa respuesta de la derecha y la extrema derecha, así como de algunos dentro del propio partido socialista de Sánchez, quienes dicen que una amnistía no puede usarse como moneda de cambio para que él permanezca en el poder.
Alberto Núñez Feijóo, líder del opositor Partido Popular conservador, y Santiago Abascal, líder del partido de extrema derecha Vox, asistieron a la marcha del domingo y dijeron a la multitud:
“Esta no es una amnistía que busque la reconciliación. Lo único que busca es convertirlo (Sánchez) en jefe de Gobierno”.
Abascal denunció el plan como “un asalto a la Constitución”, acusando a Sánchez de realizar “auténticos abusos” para mantenerse en el poder.
Unas elecciones inconclusas dieron lugar a meses de disputas
La política española ha estado en el limbo desde las elecciones no concluyentes de julio.
El Partido Popular obtuvo la mayor cantidad de escaños, pero ni siquiera con el apoyo de Vox logró conseguir una mayoría parlamentaria.
A pesar de meses de negociaciones posteriores, Feijoo no pudo obtener el apoyo de partidos más pequeños para formar una coalición de gobierno.
Esta semana, el rey Felipe VI dio permiso a Sánchez para buscar el respaldo de otros partidos políticos para un nuevo mandato.
Para ganar la votación parlamentaria, necesita el respaldo de siete legisladores de un partido separatista catalán de línea dura que ha exigido la amnistía.
Sánchez ha defendido su política conciliadora con Cataluña, incluido un indulto en 2021 a nueve líderes encarcelados, y dijo que la crisis de 2017 “no trajo nada bueno”.
La mayoría de los españoles contra la amnistía
Pero el acuerdo de amnistía no cuenta con el apoyo de la mayoría de los españoles, según una encuesta del mes pasado.
Alrededor del 70% de los encuestados (el 59% de ellos partidarios del socialismo) dijeron que estaban en contra de la idea de una amnistía.
Si ningún candidato a primer ministro obtiene la mayoría antes del 27 de noviembre, habrá que convocar nuevas elecciones.
mm/lo (AFP, Reuters)