El gigante inmobiliario chino Evergrande Group presentó una solicitud de protección por bancarrota en los Estados Unidos, según documentos judiciales oficiales publicados el jueves. Este movimiento tiene como objetivo salvaguardar sus activos dentro de la jurisdicción de los EE. UU. mientras intenta orquestar un plan de reestructuración integral.
Evergrande, que alguna vez fue un actor destacado en el panorama inmobiliario de China, se enfrentó a desafíos importantes en 2021, cuando se hizo evidente que la empresa estaba lidiando con una responsabilidad abrumadora que superaba los 300.000 millones de dólares (276.000 millones de euros).
La difícil situación de Evergrande, uno de los desarrolladores inmobiliarios más grandes del país, se ha convertido en un emblema de los problemas cada vez más profundos dentro de la industria inmobiliaria en expansión de China.
Este sector, uno de los más importantes en la segunda economía más grande del mundo, ha causado una preocupación generalizada que algunos creen que puede tener repercusiones globales.
¿Qué pasó con Evergrande?
Muchos desarrolladores se han enfrentado a problemas similares, lo que resultó en proyectos de vivienda estancados que desencadenaron protestas e incluso boicots hipotecarios por parte de compradores de vivienda consternados.
En las presentaciones legales más recientes en Nueva York, Tianji Holding y Scenery Journey, las empresas matrices últimas de Evergrande, han invocado la protección del Capítulo 15. Este capítulo específico ofrece un marco para abordar escenarios de insolvencia que abarcan varios países.
Evergrande ha estado trabajando en una estrategia de reestructuración de deuda durante varios meses y presentó una propuesta a principios de este año. Los documentos judiciales más recientes hacen referencia a los procedimientos de reestructuración en curso en Hong Kong.
En julio, Evergrande reportó pérdidas netas por un total de más de $113 mil millones en 2021 y 2022.
Evergrande incumplió con los pagos de sus bonos en 2021, lo que generó temores de un posible contagio dentro del sistema financiero.
¿Cómo está reaccionando Pekín ante la inestabilidad del sector inmobiliario chino?
El surgimiento del sector inmobiliario de China cobró impulso a fines de la década de 1990 luego de las reformas de vivienda, impulsadas en parte por las normas sociales que consideraban la propiedad como un requisito previo para el matrimonio.
Sin embargo, la enorme deuda acumulada por los principales actores de la industria ha llevado a Beijing a ver esto como un riesgo considerable tanto para la estabilidad financiera de China como para su bienestar económico en general.
En un intento por aliviar la carga de la deuda del sector, las autoridades han impuesto cada vez más condiciones más estrictas al acceso de los desarrolladores al crédito desde 2020, secando efectivamente las vías de financiamiento para las empresas ya endeudadas.
Esta progresión desencadenó una serie de incumplimientos, sobre todo ejemplificados por Evergrande, que erosionó la confianza de los posibles compradores de propiedades y envió ondas de choque a toda la industria.
Otro jugador importante en el dominio inmobiliario chino, Country Garden, corre el riesgo de incumplir con los pagos de sus bonos el próximo mes. La compañía reconoció “incertidumbres significativas” con respecto al rescate de sus bonos corporativos.
En los últimos tiempos, Beijing se ha embarcado en esfuerzos para fortalecer el sector mediante la reducción drástica de las tasas hipotecarias, la simplificación de los procedimientos burocráticos y la concesión de disposiciones crediticias más generosas a los desarrolladores.
tg/ab (AFP, Reuters)