Gobierno colombiano y rebeldes acuerdan alto el fuego

El Gobierno colombiano y los disidentes armados denominado Estado Mayor Central (EMC) anunciaron el sábado que habían acordado renovar un alto el fuego, mediado y roto varias veces en los últimos meses, y conversaciones de paz.

Es parte del intento del presidente izquierdista Gustavo Petro de ampliar el histórico acuerdo de paz de su predecesor con el grupo rebelde más grande del país, las FARC, que se desarmaron en 2016.

La tregua actual “tendrá como objetivo reducir la confrontación y la violencia”, afirma el comunicado conjunto.

El alto el fuego, según el comunicado, se aplicará en todo el país con el objetivo de incluir “a la sociedad civil en el proceso de paz”.

Conversaciones de paz en el horizonte

El acuerdo del fin de semana se alcanzó con la EMC, un grupo guerrillero que se separó de las FARC y rechazó las negociaciones de paz con el gobierno de Colombia que comenzaron en 2016, continuando las hostilidades.

Representantes de la EMC y del gobierno iniciaron una reunión en las montañas a principios de esta semana en busca de un acuerdo para intentar reiniciar las negociaciones.

Posteriormente, dijeron que en el futuro, el proceso de paz sería supervisado por otros países y organizaciones internacionales como la ONU, la Organización de Estados Americanos y el Consejo Mundial de Iglesias.

No especificaron cuándo comenzarían las conversaciones de paz entre el gobierno y los disidentes de EMC.

La búsqueda de Petro de una “paz total”

Un alto el fuego anterior con el EMC terminó en mayo después de que el presidente Gustavo Petro acusara a una facción del grupo rebelde de asesinar a cuatro niños de la comunidad indígena Murui en el sur de Colombia.

Petro, elegido el año pasado, hizo campaña con la promesa de buscar la “paz total” y lograr acuerdos con los grupos rebeldes restantes en Colombia que aún luchan por el acceso a las rutas de la droga y otro comercio ilegal, entre otras cosas.

ns/msh (AFP, EFE)