El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha pedido a los Estados donantes que “garanticen la continuidad” de las operaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
La petición se produjo después de que varios países suspendieran su financiación a la organización tras las acusaciones israelíes de que algunos miembros del personal de la agencia estuvieron involucrados en los ataques terroristas contra Israel llevados a cabo por militantes de Hamas el 7 de octubre.
“Aunque entiendo sus preocupaciones -yo mismo estaba horrorizado por estas acusaciones-, hago un fuerte llamado a los gobiernos que han suspendido sus contribuciones para que, al menos, garanticen la continuidad de las operaciones de la UNRWA”, dijo Guterres en un comunicado.
También prometió que “cualquier empleado de la ONU involucrado en actos de terrorismo rendirá cuentas, incluso mediante un proceso penal”.
¿Qué países han suspendido la financiación?
Francia se convirtió en el último país en suspender la financiación de la asediada agencia, y su Ministerio de Asuntos Exteriores dijo que “decidirá cuándo llegue el momento de tomar medidas junto con las Naciones Unidas y los principales donantes”.
Alemania, Gran Bretaña, Italia, Países Bajos, Suiza y Finlandia suspendieron el sábado su financiación a la agencia de ayuda.
Esto siguió a una medida similar por parte de Estados Unidos, Australia y Canadá.
“Estas decisiones amenazan nuestro trabajo humanitario en curso en toda la región, incluida y especialmente en la Franja de Gaza”, dijo el sábado el jefe de la organización, Philippe Lazzarini, en un comunicado.
Añadió que 2 millones de personas en Gaza dependen de la ayuda de la UNRWA y que esta operación ahora está “colapsando”.
La agencia de la ONU emplea a unas 13.000 personas en el territorio asediado y ha sido la principal fuente de ayuda humanitaria para la población de Gaza.
¿Cuáles son las acusaciones?
Israel ha alegado que varios empleados de la UNRWA participaron en los ataques de octubre contra comunidades israelíes. En el ataque, militantes de Hamás rompieron una valla de seguridad hacia el sur de Israel, lo que provocó la muerte de más de 1.100 personas y la toma de rehenes de unas 240 personas.
La UNRWA dijo que estaba llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre las acusaciones.
No se han revelado más detalles sobre el presunto papel del personal en la violencia.
Guterres confirmó que de los 12 empleados citados en las acusaciones, nueve habían sido despedidos, uno estaba muerto y se estaba aclarando la identidad de los otros dos.
“Los abominables presuntos actos de estos miembros del personal deben tener consecuencias”, dijo Guterres.
“Pero las decenas de miles de hombres y mujeres que trabajan para la UNRWA, muchos de ellos en algunas de las situaciones más peligrosas para los trabajadores humanitarios, no deberían ser penalizados”, afirmó. “Deben satisfacerse las extremas necesidades de las poblaciones desesperadas a las que sirven”.
Israel respondió a los ataques de Hamás lanzando una ofensiva militar en Gaza. Más de 26.000 personas –en su mayoría civiles palestinos y entre ellos más de 10.000 niños– han muerto como resultado de la campaña militar de Israel, según las autoridades sanitarias dirigidas por Hamás.
Hamás es considerada una organización terrorista por Alemania, Estados Unidos, Israel y varios otros países.
nm/sms (Reuters, AFP)