Los equipos de rescate japoneses continuaron el sábado buscando sobrevivientes del devastador terremoto de magnitud 7,6 que sacudió la costa oeste el día de Año Nuevo, matando hasta el momento a unas 100 personas y más de 200 más aún están desaparecidas.
¿Qué sabemos sobre los esfuerzos de ayuda?
Más de 30.000 evacuados esperaban ayuda, que en varias ocasiones resultó difícil de alcanzar debido al nivel de destrucción causado por el terremoto y su impacto en las rutas de ayuda.
Los equipos de rescate buscaban supervivientes bajo los edificios derrumbados, mientras unas 23.000 viviendas seguían sin electricidad.
Se han producido constantemente y se siguen reportando múltiples réplicas, que agrietaron varias carreteras de la zona.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó el sábado por la mañana de un temblor de magnitud 5,2 en la costa de Ishikawa, así como de varios temblores más pequeños.
Las autoridades advirtieron que las carreteras podrían colapsar por completo, especialmente con lluvias y nieve previstas para el fin de semana.
El mayor número de muertes se registró en la ciudad de Wajima, con 59, y Suzu registró 23 muertes. Los heridos superaron las 500 personas, y al menos 27 sufrieron heridas graves.
El número de muertos es el más alto por un desastre sísmico desde 2016, cuando los terremotos en Kumamoto, en el suroeste de Japón, mataron a 276 personas.
El país se encuentra entre los más expuestos a los terremotos del planeta, con la mayor parte de su costa cerca de las fallas tectónicas que forman el “Anillo de Fuego” del Pacífico, que en total representa aproximadamente el 90% de todos los terremotos del mundo.
rmt/msh (AP, Reuters)