La Ley de Restauración de la Naturaleza: una votación sobre nuestro sustento
En febrero, el Parlamento Europeo votará el acuerdo interinstitucional para la nueva Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE. La primera ley del mundo para restaurar los ecosistemas es un paso crucial en la lucha contra la extinción de especies en Europa. La biodiversidad es nuestro seguro de supervivencia. Sin ecosistemas intactos, no habrá agua potable, ni aire limpio, ni suelos fértiles. La Ley de Restauración de la Naturaleza tiene el potencial de establecer estándares globales en la lucha contra la crisis climática y de biodiversidad. Como parte importante del Pacto Verde, la Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE podría detener la extinción de especies y dar a los ecosistemas espacio para respirar nuevamente.
A la naturaleza no le va bien. Más del 81 por ciento de los ecosistemas protegidos en Europa no se encuentran en buenas condiciones. El 50 por ciento de las parejas reproductoras de aves agrícolas han desaparecido desde 1980, y en los últimos 30 años hemos perdido el 75 por ciento de la biomasa de insectos. Abejorros, alondras, collalbas: nuestras praderas y campos están cada vez más tranquilos. Los ecosistemas que todavía están intactos se están desintegrando lenta pero seguramente porque los estamos diseccionando con autopistas o sometiéndolos a presión mediante la agricultura intensiva. Sólo con el servicio ecosistémico de la polinización, los insectos aseguran el 12 por ciento del beneficio anual medio del sector agrícola de la UE, y las abejas participan en la polinización del 80 por ciento de nuestros cultivos alimentarios sólo en Alemania. Son, por tanto, un verdadero garante de nuestra seguridad alimentaria.
El año pasado, en la Conferencia Mundial sobre Biodiversidad celebrada en Montreal, la UE se comprometió a proteger el 30 por ciento de las zonas terrestres y marinas y a restaurar el 30 por ciento de los ecosistemas destruidos. La Ley de Restauración de la Naturaleza ayudará a cumplir estas promesas. Establecerá medidas de restauración para el 20 por ciento de la tierra de la UE y el 20 por ciento de sus áreas marítimas para 2030. Además, las áreas restauradas no se deteriorarán más. Los ríos europeos están llenos de barreras innecesarias. Para garantizar la libre circulación de las aguas, la Ley de Restauración de la Naturaleza fija el objetivo de eliminar las barreras obsoletas en al menos 25.000 kilómetros de ríos hasta 2030. En lo que respecta a los polinizadores, los Estados miembros deberán instalar medidas apropiadas y efectivas para detener la disminución de diversidad para 2030 y lograr una tendencia ascendente en las poblaciones de polinizadores, con monitoreo y evaluación anual cada seis años hasta alcanzar un nivel satisfactorio.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) advierte que es necesario restaurar entre el 30 y el 50 por ciento de los ecosistemas ricos en carbono para limitar el calentamiento global a menos de 2 grados Celsius. Aunque las turberas sólo cubren el tres por ciento de la superficie terrestre del mundo, almacenan el doble de carbono que todos los bosques. La nueva Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE establece objetivos para la rehumidificación de las turberas hasta 2050 y la transición de las plantaciones de árboles a bosques vivos. Los ecosistemas ricos en carbono son nuestros aliados naturales en la lucha contra la crisis climática y ayudarán a cumplir los objetivos climáticos de la UE.
La nueva Ley de Restauración de la Naturaleza por sí sola no podrá detener la extinción de especies ni salvar la naturaleza. La Unión Europea simplemente proporciona las bases, pero corresponderá a los Estados miembros implementar los requisitos. Será una votación sobre nuestro sustento, nada más y nada menos.