El tribunal más alto de Francia dictaminó el martes que el fabricante de cemento Lafarge podría ser considerado responsable de complicidad en crímenes contra la humanidad en Siria.
La compañía reconoció anteriormente que pagó casi 13 millones de euros (14,2 millones de dólares) a intermediarios para mantener en funcionamiento su fábrica de cemento siria en 2013 y 2014, mucho después de que otras empresas francesas se retiraran del país.
Lafarge estaba siendo investigada en Francia hasta que su empresa matriz suiza, Holcim, presentó un recurso de apelación.
El fallo del martes fue una audiencia procesal que confirmó la decisión de un tribunal inferior de desestimar esta apelación.
Ahora se allana el camino para que pueda continuar una investigación de varios años sobre la actividad de la empresa en Siria.
En Estados Unidos, Lafarge se declaró culpable de haber pagado millones al grupo llamado “Estado Islámico” y al Frente Nusra.
Los activistas saludan la “victoria parcial”
En un comunicado, Lafarge dijo que la decisión era una “cuestión de legado” y que se estaba abordando “a través del proceso legal en Francia”.
Como parte del mismo caso, el tribunal también dictaminó que las investigaciones sobre Lafarge que supuestamente ponía en peligro a sus empleados en Siria deberían cerrarse porque la legislación laboral francesa no se aplicaba en el extranjero.
Un abogado del grupo de campaña francés Sherpa, que presentó una denuncia penal contra Lafarge, caracterizó el fallo del martes como una “victoria parcial”.
“La confirmación de la acusación por complicidad en crímenes contra la humanidad es un paso clave para que algún día Lafarge sea juzgado por estos actos”, afirmó Anna Kiefer.
“Sin embargo, la anulación de la acusación por poner en peligro la vida de otras personas es un gran revés para el reconocimiento de los riesgos que Lafarge planteaba a los empleados sirios”.
zc/ab (AFP, Reuters, dpa)