Nivelar las condiciones de conversión de divisas en la UE: promover la inclusión y la elección de los consumidores

Nivelar las condiciones de conversión de divisas en la UE: promover la inclusión y la elección de los consumidores

La UE tiene la oportunidad de crear un panorama de pagos que empodere a los consumidores en un mercado globalizado
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La conversión de moneda es fundamental para el comercio mundial, pero un mundo oculto de tarifas opacas y competencia limitada amenaza con sofocar la innovación y perjudicar a los consumidores. Si bien el Reglamento de Servicios de Pagos (PSR) propuesto por la UE busca modernizar el panorama de pagos, pasa por alto una competencia sana en los servicios de conversión de divisas.

En un mundo con casi 200 monedas diferentes, el acceso de los consumidores a servicios transparentes de conversión de divisas es crucial, ya que les permite tomar decisiones de compra informadas, en cualquier lugar del mundo, en línea o en persona.

La importancia de unos servicios de conversión de moneda transparentes y asequibles

La UE reconoce la importancia de contar con servicios de conversión de divisas transparentes y asequibles, evidente en el Reglamento de pagos transfronterizos, la Directiva de servicios de pago y el artículo 5 del recién propuesto Reglamento de servicios de pago (PSR), actualmente en discusión.

Estas regulaciones tienen como objetivo proteger a los consumidores de precios excesivos, garantizando claridad sobre las tasas y tarifas de conversión de transacciones transfronterizas. Estos objetivos son dignos de aplauso, pero no tienen en cuenta los matices entre los proveedores de servicios de conversión de moneda para transacciones con tarjeta.

Los servicios de conversión de moneda los ofrecen tanto esquemas de tarjetas (gigantes de la industria como Visa y Mastercard) como proveedores externos, también conocidos como proveedores de Conversión Dinámica de Moneda (DCC).

Los proveedores de DCC contribuyen significativamente a la elección de los consumidores. Los titulares de tarjetas que eligen pagar en su moneda local utilizando DCC tienen conocimiento en tiempo real del valor total de la transacción, incluido el tipo de cambio y las tarifas, en lugar de tener potencialmente menos detalles y una tasa menos favorable aplicada más tarde por sus bancos. Esto permite una mejor toma de decisiones. Fundamentalmente, los proveedores de DCC dependen de la infraestructura de sus competidores (los esquemas de tarjetas) para operar.

Tarifas ocultas e innovación reprimida

El PSR propuesto aborda el acceso en el Artículo 31, enfatizando la equidad y la no discriminación, pero persisten ambigüedades en torno a los términos “acceso”, tanto directo como indirecto, y la interpretación del tipo de riesgo. Tampoco aborda los obstáculos que enfrentan los proveedores de DCC, quienes pueden enfrentar tarifas sustanciales y regulaciones estrictas para acceder a la infraestructura controlada por la competencia, lo que impide su capacidad de operar.

Si los esquemas de tarjetas fijaran precios o excluyeran a los proveedores de DCC del acceso a sus sistemas, los consumidores no tendrían otra alternativa y obstaculizarían la competencia necesaria para un mercado de pagos próspero e innovador.

Modificar el PSR para abordar verdaderamente el “acceso”

Mientras la propuesta de PSR es examinada por ECON y el Consejo, es imperativo abordar tales barreras y hay una serie de medidas que la UE puede tomar.

Podría ampliar los derechos de acceso, yendo más allá de los límites de los proveedores de servicios de pago para incluir a los proveedores de servicios de conversión de moneda, definir mejor el “acceso” y garantizar que cualquier definición de discriminación abarque prácticas de fijación de precios excluyentes. También debería aclarar las condiciones de recurso y ejecución cuando los proveedores externos enfrentan discriminación debido a costos y burocracia excesivos.

Defender la competencia: empoderar a los consumidores

Empoderar a los actores más pequeños, como los proveedores de DCC, impulsa la innovación, protege a los consumidores y garantiza un mercado próspero. La UE ahora tiene una opción crítica: construir un futuro donde florezca la competencia o permitir que los gigantes refuercen su control.

Como tal, la UE debería ahora tomar medidas decisivas para garantizar el acceso continuo a los sistemas de pago por parte de terceros proveedores de DCC. Sólo así podrá crear el panorama de pagos que desea, uno que empodere a los consumidores en un mercado globalizado.


En alianza con

IACTA

Este artículo fue elaborado en asociación con IACTA, la Asociación Internacional para Transacciones de Titulares de Tarjetas en el Extranjero.