Por qué Europa necesita un Acuerdo Azul para asegurar su Acuerdo Verde
Hacer frente a las realidades del cambio climático va de la mano con la protección de un recurso esencial: el agua. En su nuevo libro, Planet Aqua: Rethinking Our Home in the Universe, el teórico económico y social Jeremy Rifkin insta a repensar completamente nuestra relación con el agua. Ve la necesidad de un ‘Acuerdo Azul’ que complemente el Pacto Verde de la UE.
Rifkin, conocido por su “tercera revolución industrial” –un concepto de sostenibilidad que busca abordar la inestabilidad económica, la seguridad energética y el cambio climático– insiste en que un Acuerdo Azul es esencial para garantizar la resiliencia de la UE en una era de inestabilidad ecológica.
El Comité Económico y Social Europeo (CESE) está de acuerdo y renueva su llamamiento a favor de un Pacto Azul de la UE específico. En un reciente documento de opinión, el CESE, que representa a empresarios, trabajadores y grupos de la sociedad civil, advierte que las demandas industriales y medioambientales contradictorias hacen esencial una estrategia independiente para la resiliencia hídrica.
La necesidad de un Pacto Azul
La crisis del agua en Europa ya no es hipotética; es visible y está aumentando. Los extremos climáticos inducidos por el clima amenazan sus sistemas hídricos. Acontecimientos como las devastadoras inundaciones en España y el desbordamiento de los ríos Rin y Danubio subrayan el problema. A medida que el cambio climático se intensifica, las sequías y las inundaciones repentinas se están volviendo comunes, lo que perturba a las comunidades locales, la agricultura y las industrias clave.
En Planet Aqua, Rifkin sostiene que estas crisis no son simplemente eventos aislados sino síntomas de una “mala gestión de la hidrosfera” más amplia: la vasta red de agua del planeta. Advierte que nos enfrentamos no sólo a una crisis climática sino también a una crisis del agua con graves consecuencias para la salud pública, la biodiversidad y la estabilidad económica.
Rifkin imagina un Acuerdo Azul que pase de tratar el agua como un recurso más a reconocerla como la base de la vida y la sociedad. Sostiene que el Acuerdo Verde de la UE no tendrá éxito sin un Acuerdo Azul correspondiente que dé prioridad a la resiliencia hídrica y la preservación de los recursos.
“Si bien los combustibles fósiles encendieron la mecha, es la hidrosfera la que está sonando la sentencia de muerte”, dice. El Parlamento.
¿Qué es una economía azul?
Un Acuerdo Azul apoyaría el crecimiento de una economía construida en torno a los ecosistemas acuáticos. A diferencia de otros modelos económicos, la economía azul se centra en prácticas sostenibles de gestión del agua, reconociendo que sectores como la agricultura, la producción de energía y la manufactura dependen en gran medida del agua.
Este enfoque enfatiza que los recursos hídricos merecen protección y gestión sostenible, desde la fuente hasta el mar. El ponente del CESE, Florian Marin, subraya esta visión: “La resiliencia hídrica debe integrarse ampliamente en todos los ámbitos políticos pertinentes de la UE”, afirma El Parlamento.
Según una reciente encuesta del Eurobarómetro, el 78 por ciento de los europeos apoya medidas adicionales de la UE sobre la resiliencia del agua, siendo las principales preocupaciones la contaminación del agua, el consumo excesivo y los productos químicos peligrosos.
Fortalecimiento de la resiliencia hídrica
La tesis de Rifkin es simple pero a menudo se pasa por alto: el cambio climático es algo más que carbono. La hidrosfera desempeña un papel central, conectando el clima, la industria y los ecosistemas.
En este sentido, 21 estados miembros de la UE, encabezados por la ministra portuguesa de Medio Ambiente y Energía, Maria da Graça Carvalho, han instado a la Comisión Europea a hacer del agua una máxima prioridad. En una carta, piden al ejecutivo de la UE que tome “medidas concretas” para “impulsar la seguridad y la resiliencia del agua en toda la Unión Europea”.
La Estrategia de Resiliencia del Agua de la Comisión Europea refleja la necesidad de una gestión sostenible del agua como base de las futuras estrategias industriales y ambientales del bloque. “Sostenible” significa adoptar prácticas y tecnologías que conserven el agua, reduzcan los desechos y se adapten a los impactos climáticos, ayudando a mantener un suministro confiable de agua.
La tecnología es sólo una parte de la respuesta
La Oficina Europea de Patentes informa que es líder mundial en el desarrollo de tecnologías relacionadas con el agua, y que el 40 por ciento de las patentes (como las del tratamiento eficiente del agua) provienen de solicitantes europeos.
El CESE señala que la tecnología por sí sola no solucionará la crisis del agua. Generar participación pública y capacitar a una fuerza laboral equipada con habilidades de gestión del agua es igualmente importante. Estos ’empleos azules’ van desde ingenieros hidráulicos y planificadores espaciales hasta expertos legales y financieros que entienden la gestión sostenible del agua. Las políticas correspondientes, que el CESE defiende desde la UE hasta el nivel nacional y regional en todo el bloque, podrían alentar a las industrias a adoptar tecnologías eficientes en el uso del agua y formar profesionales para supervisar y gestionar prácticas sostenibles.
“Es importante revisar cómo utilizamos el dinero público en relación con el agua”, dice Marin, señalando la política agrícola común como un ejemplo de cómo los fondos de la UE se distribuyen sin requisitos de prácticas hídricas sostenibles.
El Planeta Aqua de Rifkin sirve de base filosófica a la propuesta del Blue Deal del CESE. Mientras la UE planifica el futuro, Planet Aqua tiene un mensaje claro: el agua es el próximo campo de batalla climático de la UE, y el éxito del Pacto Verde puede depender de que las políticas verdes se vuelvan azules.