Sri Lanka votó el jueves (14 de noviembre) en elecciones parlamentarias anticipadas, en las que se espera que el partido del nuevo presidente izquierdista Anura Kumara Dissanayake solidifique su mandato de reformas económicas tras una grave crisis nacional.
La coalición, el Poder Popular Nacional (PNP), encabezada por el JVP de Dissanayake o el Frente de Liberación Popular, entra en la carrera con sólo tres escaños de la última asamblea.
Para votantes como Milton Gankandage, de 70 años, en Colombo, Dissanayake ofrece un descanso del ciclo de desilusión con los líderes anteriores. “Espero un nuevo país, un nuevo gobierno que sea amigable con la gente”, dijo.
Si bien hasta ahora Dissanayake ha optado por mantener un controvertido rescate de 2.900 millones de dólares del FMI negociado inicialmente por su predecesor, la medida ha obtenido un apoyo cauteloso de importantes líderes empresariales como la Cámara de Comercio de Ceilán, que la ven como una base necesaria para la estabilidad. “La continuación de las reformas… podría fomentar tanto la confianza de los inversores como la disciplina fiscal, sentando las bases para un crecimiento sostenible”, señaló el Secretario de la Cámara, Bhuwanekabahu Perera.
Sin embargo, no todos están convencidos. El líder de la oposición, Sajith Premadasa, se ha comprometido a seguir presionando al nuevo presidente para que obtenga una reducción fiscal.