El viaje de Volodymyr Zelenskyy a América ha estado marcado por conversaciones difíciles. El domingo, el presidente ucraniano presenció la toma de posesión de su nuevo homólogo argentino, el libertario de derecha Javier Milei. Sentado cerca de Zelenskyy en la ceremonia estaba nada menos que el primer ministro húngaro, Viktor Orban.
No pasó mucho tiempo para que un videoclip de 21 segundos de ellos hablando comenzara a circular en Internet. No se puede oír lo que dice la pareja, pero el lenguaje corporal parece claro. Incluso desde un punto de vista tan lejano como Buenos Aires, las posiciones de Ucrania y Hungría siguen estando a kilómetros de distancia.
Ambos comentaron por separado sobre su intercambio más tarde. En un discurso en vídeo vespertino, Zelenskyy, que espera que su país pueda unirse a la Unión Europea, dijo que había presentado los intereses políticos europeos de Ucrania a Orban “lo más abiertamente posible”.
El portavoz del primer ministro húngaro dijo que Orban simplemente había informado a Zelenskyy que los estados miembros de la UE estaban “negociando continuamente entre sí” sobre la posible adhesión de Ucrania.
A pesar de lo que pueda sugerir el lenguaje diplomático neutral, hay mucho en juego. El jueves y viernes, los líderes de la UE se reunirán en Bruselas para discutir planes para un nuevo paquete de ayuda de 50.000 millones de euros (54.000 millones de dólares) para Ucrania, así como la apertura de conversaciones formales de adhesión. Sin embargo, la reunión será tensa. Hungría ha amenazado abiertamente con vetarlos.
Ucrania en una situación difícil
Al comienzo del segundo invierno de guerra en Ucrania, el país se encuentra posiblemente en la posición más peligrosa que haya enfrentado desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala en febrero de 2022.
En términos militares, los últimos meses se han definido por el desgaste más que por las ganancias territoriales. En Kiev, las esposas y familiares de los soldados protestaron recientemente (al igual que las familias de los soldados en Rusia), exigiendo que se concediera a los combatientes un descanso más prolongado de la línea del frente después de 21 meses de guerra.
Zelenskyy también está teniendo en cuenta a los críticos políticos internos, entre ellos el alcalde de Kiev, Vitaly Klitschko.
Y a medida que gran parte de la atención del mundo se ha desplazado de Ucrania a los combates en Gaza, la promesa de más armas y paquetes de ayuda, que probablemente sean vitales para la supervivencia de Ucrania, también se está desmoronando.
En este contexto, Hungría ahora está tomando partido activamente contra una mayor ayuda militar. Hace sólo un mes, Orban elogió al presidente ruso Vladimir Putin por sus “buenas relaciones”.
El Ministro de Asuntos Exteriores lituano, Gabrielius Landsbergis, uno de los más firmes partidarios de Kiev, compartió su propia interpretación del comportamiento de Orban el lunes en Bruselas.
“La única forma en que puedo interpretar la posición húngara, no sólo sobre Ucrania sino sobre muchos otros temas, es que están en contra de Europa y de todo lo que Europa representa”, dijo a los periodistas.
Orban tiene la ventaja a medida que se acerca la cumbre
Markus Kaim, investigador del Instituto Alemán para Asuntos Internacionales y de Seguridad, considera “muy peligrosas” las amenazas de Orban en el período previo a la cumbre, dado que las decisiones importantes de la UE siempre se toman por acuerdo unánime.
“Si Orban rechaza las perspectivas de adhesión de Ucrania, los demás poco podrán hacer. Por eso él controla las palancas, directa e indirectamente”, dice Kaim a JJCC.
Ucrania advierte de “consecuencias devastadoras” en caso de veto húngaro. El pueblo de Ucrania estaría extremadamente desmotivado si no se toma una decisión positiva, advirtió el ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, al margen de la reunión del lunes con sus homólogos de la UE en Bruselas.
En esas conversaciones, los ministros de Asuntos Exteriores de la UE aprobaron una propuesta de la Comisión Europea para transferir 900 millones de euros a Hungría sin condiciones previas para hacer frente a la crisis energética.
Kaim ve esto como una oportunidad para hacer concesiones. Hungría también podría apoyar el próximo paquete de ayuda a Ucrania en la cumbre de la UE a finales de semana.
“Podrían retrasar por ahora la cuestión de la candidatura a la adhesión a la UE”, sugirió.
El apoyo de EE.UU. en la cuerda floja
Hungría también está presionando en otro escenario político contra los pagos de asistencia a Ucrania. Según un informe publicado esta semana en el periódico británico, los diplomáticos húngaros querían reunirse con políticos del Partido Republicano estadounidense en Washington esta semana.
Paralelamente, Zelenskyy intentó reunirse el martes con el jefe de los republicanos en la Cámara del Congreso, Mike Johnson. Un mayor apoyo a Ucrania depende de Johnson.
Tras la reunión con Orban, este nombramiento podría ser el segundo debate incómodo para Zelenskyy en su gira diplomática. Faltan poco más de 11 meses para que Estados Unidos acuda a las urnas para elegir a su próximo presidente, su Cámara de Representantes y un tercio del Senado.
El expresidente Donald Trump y sus partidarios en el Partido Republicano parecen estar marcando la pauta. Se oponen a conceder a Ucrania cantidades masivas de ayuda, como lo ha hecho la administración del actual presidente demócrata Joe Biden.
Biden ya había solicitado al Congreso que liberara un nuevo tramo en octubre, pero la aprobación del presupuesto y de otros 61.000 millones de dólares para Ucrania ha sido hasta ahora bloqueada por los republicanos, que piden recortes del gasto.
‘Primer estallido’ ante un posible regreso de Trump
Queda por ver si Zelenskyy podrá lograr un cambio de opinión en Washington –o si los republicanos mantendrán su firme no al apoyo a Ucrania–.
“Entonces le correspondería a Europa”, afirmó Kaim. “Sería el primer estallido de lo que mucha gente teme después de la reelección de Donald Trump: que Estados Unidos fracase como garante del orden de seguridad internacional. Y entonces habría que reajustar el reparto de cargas entre Estados Unidos y Europa.”
Un “no” definitivo de los republicanos en Washington o un veto de Hungría en la cumbre de la UE sin duda causarían dolores de cabeza a Ucrania. Alemania al menos duplicará su ayuda militar a Ucrania de 4.000 millones de euros a 8.000 millones de euros en 2024, como anunció el lunes la ministra de Estado alemana para Europa, Anna Luehrmann.