Un tribunal de la Unión Europea en Luxemburgo desestimó el miércoles una demanda por daños presentada contra la agencia de gestión de fronteras del bloque, Frontex, por una familia siria que dijo que fue deportada sin tener en cuenta el derecho internacional sobre personas que buscan protección.
Según el derecho internacional, las llamadas devoluciones (enviar a personas que han solicitado protección en una frontera nacional de regreso a otro país sin la debida consideración de sus circunstancias individuales) son ilegales.
Sin embargo, el tribunal dijo en un comunicado de prensa que Frontex no puede ser considerado responsable de los daños relacionados con la deportación de la familia, ya que la agencia no tenía competencia para evaluar las decisiones de retorno de los Estados miembros o las solicitudes de asilo.
Sólo los estados miembros de la UE “son competentes para evaluar los méritos de las decisiones de retorno y examinar las solicitudes de protección internacional”, dijo el tribunal.
¿Qué alegó la familia?
La familia siria de seis miembros, que ahora vive en Irak, dijo que fue deportada de Grecia, miembro de la UE, a Turquía en 2016 en un vuelo operado por Frontex sin ningún examen previo de su solicitud de asilo.
Según la abogada de la familia, Lisa-Marie Komp, a la familia le dijeron que el vuelo los llevaría a la capital griega, Atenas, en lugar de a Turquía.
Además, los miembros de la familia fueron mantenidos separados durante el vuelo y se les prohibió hacer preguntas, dijo Komp, añadiendo que los niños tampoco fueron tratados de acuerdo con el derecho internacional.
La familia había reclamado una indemnización por los daños materiales y morales resultantes de la operación de retorno.
El fallo del miércoles del segundo tribunal más alto de la UE puede ser apelado ante el tribunal más alto del bloque, el Tribunal de Justicia Europeo (TJCE).
Muchos sirios han huido de su país de origen en medio de una guerra civil que estalló en 2011, siendo su éxodo el principal desencadenante de lo que a menudo se llama la crisis de refugiados de 2015, durante la cual cientos de miles de personas buscaron refugio en Europa.
Turquía y la UE llegaron a un acuerdo en 2016, renovado en 2019, en virtud del cual Turquía acordó recibir de regreso a personas que intentaran ingresar a Grecia de manera irregular a cambio de 6 mil millones de euros (alrededor de 7 mil millones de dólares) en ayuda humanitaria. Sin embargo, el acuerdo no niega la obligación de los países de examinar primero las solicitudes de asilo.
Agencia controvertida
Frontex ha enfrentado frecuentes acusaciones por parte de organizaciones no gubernamentales de haber violado los derechos de los migrantes en sus esfuerzos por proteger las fronteras externas de la UE.
El año pasado, Fabrice Leggeri renunció a su cargo de director de Frontex en vista de las graves acusaciones de maltrato a los inmigrantes que intentaban llegar a Europa formuladas contra él y su personal.
tj/sms (dpa, AFP)