En los últimos años ha quedado claro que el viejo dicho de que “cada hombre tiene su precio” es tan aplicable al deporte como a cualquier otra cosa. Obviamente, esto no ha pasado desapercibido para Arabia Saudita, que ha estado inyectando enormes sumas de dinero al deporte durante años. Tres ejemplos son la serie de torneos de golf LIV, la Fórmula 1 y el fútbol; se espera que el estado del Golfo sea anfitrión de la Copa del Mundo de 2034.
Según el gobierno saudí, las inversiones son sólo una parte del plan de desarrollo “Visión 2030”, con el que el Príncipe Heredero y Primer Ministro Mohammed Bin Salman pretende modernizar su país y hacerlo menos dependiente de los ingresos del petróleo. Por otro lado, organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch acusan a Riad de “lavado deportivo”. Argumentan que, al financiar brillantes eventos deportivos, Arabia Saudita pretende desviar la atención de las flagrantes violaciones de derechos humanos en el país.
Ahora el Estado del Golfo se está acercando al mundo del tenis con una propuesta indecente.
Oferta válida solo por tiempo limitado
Según el periódico británico “The Telegraph”, el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí (PIF) ha ofrecido 2.000 millones de dólares (1.830 millones de euros) por los derechos de los torneos ATP y WTA en la categoría inmediatamente inferior a los cuatro torneos de Grand Slam, el Abierto de Australia. , Abierto de Francia, Wimbledon y Abierto de Estados Unidos en términos de prestigio y premios en metálico. Según el periódico, el PIF ha dado a las asociaciones profesionales de tenis masculino (ATP) y femenino (WTA) 90 días para decidir si aceptan la oferta. Esto se produce seis meses después de que la ATP y la WTA negociaran una fusión de sus asociaciones, supuestamente en un esfuerzo por contrarrestar la creciente influencia de Arabia Saudita en el tenis internacional.
Las actuales propuestas del Estado del Golfo hacia el mundo del tenis recuerdan sus esfuerzos por establecerse en el golf. En el mundo del golf, el PIF y su nueva serie LIV Golf enfrentaron una feroz resistencia por parte del venerable PGA Tour. Al final, sin embargo, las dos partes anunciaron un acuerdo “para unir el deporte del golf”. La cantidad de dinero pagada a la PGA nunca ha sido revelada, pero una cosa está clara; a los saudíes no les faltan recursos financieros. Según el Sovereign Wealth Fund Institute (una empresa estadounidense que analiza fondos soberanos y otros inversores públicos en todo el mundo), los activos del PIF aumentaron recientemente en más de un 20%, hasta alrededor de 940.000 millones de dólares. Esto se debió a la duplicación de su participación en la petrolera saudí Aramco, del 4% al 8%.
Nadal como embajador del tenis de Arabia Saudita
Arabia Saudita lleva algún tiempo intentando afianzarse en el tenis profesional. En enero, la superestrella española Rafael Nadal fue presentado como el nuevo embajador del tenis del país. En octubre, el Six Kings Slam se estrenará en la capital, Riad, un torneo de exhibición que contará con las estrellas individuales masculinas Nadal, Novak Djokovic, Jannik Sinner, Daniil Medvedev, Carlos Alcaraz y Holger Rune. También se ha informado que las Finales de la WTA, el torneo final de la temporada para las ocho mejores jugadoras individuales, también podrían celebrarse en Arabia Saudita por primera vez este año.
Cuando se le preguntó a Rafael Nadal si, como embajador del tenis de su país, no era cómplice del lavado deportivo, el español respondió: “No creo que Arabia Saudita necesite que lave ninguna imagen”.
Todo es cuestión de precio.