Enfermedades animales transfronterizas: ¿por dónde empezar?
Un día soleado de repente se vuelve lluvioso. ¿Tu paraguas? En casa. Te empapan. Unos días después: las advertencias de pronóstico, pero lo olvidas, de nuevo. Si esto sucedió por tercera vez, podría terminar rodando los ojos hacia sí mismo. Podría decirse que, aunque es completamente inofensivo, esto no es muy diferente de lo que nosotros, como comunidad global, hemos estado haciendo cuando se trata de prepararse para los brotes de enfermedades, especialmente las enfermedades animales transfronterizas (TAD).
Enfermedades de animales transfronterizos
Los TAD son altamente transmisibles. La enfermedad de pie y boca (FMD), el virus Bluetongue (BTV) y la influenza aviar altamente patógena (HPAI) son ejemplos de enfermedades con brotes recientes. Algunos, como Hpai, son zoonóticos: pueden derramarse a otras especies y humanos animales. Hoy es bien reconocido que la salud humana, animal y ambiental está estrechamente interconectada: alarmantemente, casi el 75% de las enfermedades humanas infecciosas emergentes tienen un origen animal.
Por qué debemos romper el ciclo
La historia ha demostrado una y otra vez que los eventos más dañinos son a menudo los que no anticipamos, o no pudimos prepararnos adecuadamente, como Covid-19. Incluso los eventos que están más localizados, como los brotes de la fiebre aftosa en Alemania, Hungría y Eslovaquia a principios de este año, pueden causar daños graves: llevaron a la eliminación de miles de animales y restricciones comerciales, lo que resulta en considerables impactos económicos. Los recientes brotes de HPAI han causado miles de millones en pérdidas a la industria avícola y expresaron preocupaciones sobre el derrame zoonótico a los humanos.
Estos no son incidentes aislados. Son parte de un patrón: un patrón de sorpresa, reacción y pérdida. Y las consecuencias no son solo económicas. Expilan a través de la sociedad, afectando la seguridad alimentaria, la salud pública, los medios de vida y las comunidades agrícolas, y a veces incluso confían en las instituciones gubernamentales.
El camino hacia adelante: colaboración y preparación
La pregunta que debemos hacernos es simple: ¿cómo podemos, como sociedad, mejorar?
Primero, necesitamos hablar entre nosotros, antes y regularmente. Un diálogo estratégico e institucionalizado entre todas las partes interesadas, académicas, públicas y privadas, puede servir como un primer paso crucial.
Si bien la vigilancia, la vacunación y la bioseguridad son vitales para anticipar y mitigar los riesgos, requieren una alineación previa y una acción oportuna. Es alentador ver que la Comisión Europea está priorizando la preparación y que varios miembros del Parlamento Europeo han pedido una cultura de prevención en la salud animal.
Más concretamente, los ministros de agricultura europea recientemente invitaron a la Comisión a avanzar en los esfuerzos para crear un marco legal para un enfoque pragmático y didáctico para la vacunación en la prevención y el control de las enfermedades.
El próximo brote de enfermedad animal transfronteriza no es una cuestión de “si”, sino “cuándo”. La elección que hacemos hoy determinará si la enfrentamos preparada o sin preparación.
En Boehringer Ingelheim, estamos listos para ingresar un diálogo regular que respalda la preparación viable contra las enfermedades de los animales transfronterizos. Elegamos hablar entre ellos y tomar el paraguas.
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