La semana pasada, Albert Yaloke Mokpeme, portavoz de la presidencia centroafricana, mencionó los esfuerzos del país por diversificar sus relaciones, buscando ayuda de países como Estados Unidos y Rusia para entrenar a sus soldados.
“Estados Unidos también ofrece a la República Centroafricana entrenar a sus soldados, tanto en suelo centroafricano como en suelo americano”, afirmó Mokpeme.
Si bien los detalles de las discusiones no se hicieron públicos, la posible participación de Bancroft sugiere un interés estadounidense en desafiar el dominio de Rusia en la República Centroafricana (RCA).
Estados Unidos pone un pie en un paisaje dominado por Wagner
Esto se produce cuando el Grupo Wagner, un grupo militar privado ruso, enfrenta una agitación interna tras la muerte en agosto de 2023 de su fundador, Yevgeny Prigozhin.
Los analistas creen que los países occidentales ven una oportunidad de llenar el vacío dejado por la reorganización de Wagner, algo con lo que cuenta el presidente centroafricano Faustin-Archange Touadera.
Touadera espera “aprovechar la reorganización de Wagner para debilitar su dependencia de los rusos”, informó la agencia de noticias AFP, citando una fuente de seguridad europea.
Sin embargo, Bancroft negó haber estado desplegado en la capital de la República Centroafricana, Bangui, pero confirmó que se estaban manteniendo conversaciones con el gobierno de Touadera.
“A partir de julio, Bancroft acordó un marco para discutir posibles actividades futuras con el gobierno de la República Centroafricana. Eso es todo”, dijo una portavoz de Bancroft en una declaración escrita el martes.
El acto de equilibrio del gobierno de la República Centroafricana
El gobierno centroafricano parece estar realizando un delicado acto de equilibrio. Si bien reconocieron las conversaciones con Bancroft, también enfatizaron su cooperación actual con Wagner, destacando la necesidad de una “diversificación de las relaciones”.
Esta estrategia tiene como objetivo mantener asociaciones de seguridad tanto con Rusia como con Estados Unidos, aprovechando potencialmente su rivalidad para asegurar acuerdos favorables.
Sin embargo, han surgido preocupaciones dentro del país, particularmente en Bangui, donde cobran gran importancia los temores de un posible enfrentamiento entre las fuerzas rusas y estadounidenses.
El gobierno de la República Centroafricana, a través de Mokpeme, trató de disipar las preocupaciones, enfatizando que la presencia de Bancroft era únicamente para entrenar a las fuerzas armadas centroafricanas.
“En las conversaciones que tienen lugar entre la República Centroafricana y todos sus socios, no queremos esta forma de trabajar que sugiere que no trabajo con ustedes ni con los demás. No”, explicó el portavoz del gobierno. .
Preocupaciones por la convivencia y la escalada
Sin embargo, los observadores han advertido sobre los peligros de la convivencia entre fuerzas rivales. Los grupos de la sociedad civil temen enfrentamientos, particularmente por el control de los recursos minerales y el posicionamiento estratégico.
La posibilidad de que se produzcan abusos contra los derechos humanos y una mayor inestabilidad también es una gran preocupación. Karl Blague, un consultor sociólogo afiliado al G16, una coalición de organizaciones de la sociedad civil, fue pesimista.
“No puede haber una convivencia entre los estadounidenses y los mercenarios de Wagner con todos los abusos que han cometido contra la población centroafricana y con todas las pruebas que tenemos”, afirmó Blague.
A pesar de las declaraciones oficiales, un funcionario gubernamental anónimo reflejó los sentimientos de Blague.
“Sí, los paramilitares estadounidenses ya están allí. Y eso es una verdadera preocupación”, afirma a JJCC.
Implicaciones geopolíticas
En el frente internacional, el compromiso de la República Centroafricana con Bancroft forma parte de una estrategia más amplia para reducir la dependencia de Wagner, respaldado por Rusia.
Las tropas francesas, que fueron desplegadas en 2013 para detener una guerra civil, se retiraron en 2016, dejando que la República Centroafricana trajera oficialmente a Wagner para el entrenamiento de las fuerzas armadas en 2018.
A medida que los grupos rebeldes avanzaban hacia la capital, en 2020 se contrataron agentes rusos adicionales. El funcionario anónimo dijo que los rusos ya están profundamente involucrados, lo que reduce el potencial de enfrentamientos.
“Aún no he hablado de esto con mi colega de Asuntos Exteriores”, explica a JJCC.
“Pero lo que me tranquiliza un poco es el hecho de que los rusos participan en el Consejo de Seguridad Nacional y los estadounidenses no pueden estar allí sin su conocimiento, y mucho menos su consentimiento”.
Francia y la Unión Europea siguen de cerca la situación. Aunque oficialmente niega cualquier conexión con Bancroft, es probable que Estados Unidos esté brindando apoyo no oficial a través de su personal y recursos.
“Mucho del personal habrá sido exmilitar estadounidense. Hay relaciones personales y contactos tácticos que podrían servir como canales secundarios”, dijo Colin Clarke del Centro Soufan, un grupo de expertos en seguridad con sede en Nueva York.
Mientras tanto, Rusia está decidida a mantener su presencia en el país, donde la influencia de Wagner sigue siendo significativa.
La inestabilidad política allana el camino hacia un futuro incierto
Las conversaciones de Bancroft se consideran parte de una contienda geopolítica más amplia, y el Departamento de Estado de Estados Unidos ha afirmado su compromiso con la República Centroafricana.
“Estados Unidos sigue plenamente comprometido con la asociación con el pueblo de la República Centroafricana y seguirá trabajando estrechamente con el gobierno centroafricano para lograr los objetivos compartidos de una República Centroafricana pacífica y próspera que respete los derechos humanos y el Estado de ley”, dijo el Departamento de Estado.
Mientras la República Centroafricana navega por este delicado acto de equilibrio geopolítico, la posible colaboración con Bancroft plantea interrogantes sobre el impacto de fuerzas paramilitares adicionales en una nación ya asolada por el caos.
Los observadores esperan nuevos acontecimientos para ver cómo se desarrolla esta improbable convivencia y si traerá estabilidad o exacerbará aún más los desafíos que enfrenta la nación centroafricana.